Ha surgido un escenario en el que la necesidad de que las personas jurídicas actúen como “buenos ciudadanos corporativos”, resulta más inexcusable que nunca. Siendo que solo así se encontrarán en las mejores condiciones de prevenir y, en su caso, afrontar un posible proceso penal por la comisión de infracciones penales en sus estructuras.
18 abril, 2018